Nicanor Parra y la antipoesía

LOS POETAS QUE LEÍ
POESÍA CONVERSACIONAL
Por Joel Lenner Castañeda Dueñas
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NICANOR PARRA
Nombre completo
Nicanor Parra Sandoval
Nacionalidad
Chileno
Lugar y fecha de Nacimiento y Defunción
Chillán (Chile), 5 de setiembre de 1914
Santiago (Chile), 23 de enero de 2018
Obra cumbre
Poemas y antipoemas (Poesía, 1951)
Obras importantes
Cancionero sin nombre (Poesía, 1935)
La cueca larga (Poesía, 1958)
Versos de salón (Poesía, 1962)
Manifiesto (Poesía, 1963)
Canciones rusas (Poesía, 1967)
Obra gruesa (Poesía, 1969)
Artefactos (Poesía, 1972)
Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (Poesía, 1977)
Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (Poesía, 1979)
Chistes para desorientar a la policía (Poesía, 1983)
Hojas de parra (Poesía, 1985)
Poemas para combatir la calvicie (Poesía, 1993)
Obras completas I & algo + (Poesía, 2006)
Discursos de sobremesa (Poesía, 2006)
Movimiento Literario
Postvanguardismo – Antipoesía
Datos biográficos
* Su vasto conocimiento y su dedicación íntegra a los estudios, hizo que pudiera obtener becas de estudio en estados Unidos e Inglaterra. Sin embargo en 1933 ya había sido graduado por la Universidad de Chile en física y matemática.
* Para 1946, viaja a Estados Unidos a estudiar mecánica avanzada y en 1949 esta ya en Inglaterra, estudiando cosmología en Oxford. En 1951, de vuelta en Santiago comienza a difundir su nueva postura poética, la antipoesía, la cual exalta la práctica de una nueva poesía, en la que el lenguaje poético recargado y rebuscado, no sea más el modelo a seguir, “en poesía se puede todo”, dice.
Importancia
* Premio Nacional de Literatura 1969
* Beca Guggenheim de 1972
* Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1991
* Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2000
* Candidato al Premio Nobel de Literatura en varias ocasiones


ES OLVIDO
Juro que no recuerdo ni su nombre,
mas moriré llamándola María,
no por simple capricho de poeta:
por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
supe de la su muerte inmerecida,
nueva que me causó tal desengaño
que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
por la gente que trajo la noticia
debo creer, sin vacilar un punto,
que murió con mi nombre en las pupilas,
hecho que me sorprende, porque nunca
fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
relaciones de estricta cortesía,
nada más que palabras y palabras
y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
sólo queda un puñado de cenizas),
pero jamás vi en ella otro destino
que el de una joven triste y pensativa.
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
con el celeste nombre de María,
circunstancia que prueba claramente
la exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
su inmaterial y vaga compañía
que era como el espíritu sereno
que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
la importancia que tuvo su sonrisa
ni desvirtuar el favorable influjo
que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aun, que de la noche
fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
que comprendan que yo no la quería
sino con ese vago sentimiento
con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
lo que a esta fecha aún me maravilla,
ese inaudito y singular ejemplo
de morir con mi nombre en las pupilas,
ella, múltiple rosa inmaculada,
ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
que se pasa quejando noche y día
de que el mundo traidor en que vivimos
vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
vale más una hoja enmohecida,
nada es verdad, aquí nada perdura,
ni el color del cristal con que se mira.
Hoy es un día azul de primavera,
creo que moriré de poesía,
de esa famosa joven melancólica
no recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
como todas las cosas de la vida.
               
                        
AUTORRETRATO
Considerad, muchachos,
este gabán de fraile mendicante:
Soy profesor en un liceo obscuro,
he perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
hago cuarenta horas semanales).
¿Qué les dice mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué les sugieren estos zapatos de cura
que envejecieron sin arte ni parte.

En materia de ojos, a tres metros
no reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? -¡Nada!
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
la venenosa luna miserable.
Y todo ¡para qué!
para ganar un pan imperdonable
duro como la cara del burgués
y con olor y con sabor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
si nos dan una muerte de animales!

Por el exceso de trabajo, a veces
veo formas extrañas en el aire,
oigo carreras locas,
risas, conversaciones criminales.
Observad estas manos
y estas mejillas blancas de cadáver,
estos escasos pelos que me quedan.
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
joven, lleno de bellos ideales
soñé fundiendo el cobre
y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
detrás de este mesón inconfortable
embrutecido por el sonsonete
de las quinientas horas semanales.


LA VÍBORA
Durante largos años estuve condenado a adorar a una mujer despreciable
sacrificarme por ella, sufrir humillaciones y burlas sin cuento,
trabajar día y noche para alimentarla y vestirla,
llevar a cabo algunos delitos, cometer algunas faltas,
a la luz de la luna realizar pequeños robos,
falsificaciones de documentos comprometedores,
so pena de caer en descrédito ante sus ojos fascinantes.
En horas de comprensión solíamos concurrir a los parques
y retratarnos juntos manejando una lancha a motor,
o nos íbamos a un café danzante
donde nos entregábamos a un baile desenfrenado
que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada.
Largos años viví prisionero del encanto de aquella mujer
que solía presentarse a mi oficina completamente desnuda
ejecutando las contorsiones más difíciles de imaginar
con el propósito de incorporar mi pobre alma a su órbita
y, sobre todo, para extorsionarme hasta el último centavo.
Me prohibía estrictamente que me relacionase con mi familia.
Mis amigos eran separados de mí mediante libelos infamantes
que la víbora hacía publicar en un diario de su propiedad.
Apasionada hasta el delirio no me daba un instante de tregua,
exigiéndome perentoriamente que besara su boca
y que contestase sin dilación sus necias preguntas
varias de ellas referentes a la eternidad y a la vida futura
temas que producían en mí un lamentable estado de ánimo,
zumbidos de oídos, entrecortadas náuseas, desvanecimientos prematuros
que ella sabía aprovechar con ese espíritu práctico que la caracterizaba
para vestirse rápidamente sin pérdida de tiempo
y abandonar mi departamento dejándome con un palmo de narices.
Esta situación se prolongó por más de cinco años.
por temporadas vivíamos juntos en una pieza redonda
que pagábamos a medias en un barrio de lujo cerca del cementerio.
(Algunas noches hubimos de interrumpir nuestra luna de miel
para hacer frente a las ratas que se colaban por la ventana).
Llevaba la víbora un minucioso libro de cuentas
en el que anotaba hasta el más mínimo centavo que yo le pedía en préstamo;
no me permitía usar el cepillo de dientes que yo mismo le había regalado
y me acusaba de haber arruinado su juventud:
Lanzando llamas por los ojos me emplazaba a comparecer ante el juez
y pagarle dentro de un plazo prudente parte de la deuda
pues ella necesitaba ese dinero para continuar sus estudios
entonces hube de salir a la calle y vivir de la caridad pública,
dormir en los bancos de las plazas,
donde fui encontrado muchas veces moribundo por la policía
entre las primeras hojas del otoño.
Felizmente aquel estado de cosas no pasó más adelante,
porque cierta vez en que yo me encontraba en una plaza también
posando frente a una cámara fotográfica
unas deliciosas manos femeninas me vendaron de pronto la vista
mientras una voz amada para mí me preguntaba quién soy yo.
Tú eres mi amor, respondí con serenidad.
¡Ángel mío!, dijo ella nerviosamente,
¡Permite que me siente en tus rodillas una vez más!
Entonces pude percatarme de que ella se presentaba ahora provista de un pequeño taparrabos.
Fue un encuentro memorable, aunque lleno de notas discordantes:
Me he comprado una parcela, no lejos del matadero, exclamó,
allí pienso construir una especie de pirámide
en la que podamos pasar los últimos días de nuestra vida.
Ya he terminado mis estudios, me he recibido de abogado,
dispongo de un buen capital;
dediquémonos a un negocio productivo, los dos, amor mío, agregó,
lejos del mundo construyamos nuestro nido.
Basta de sandeces, repliqué, tus planes me inspiran desconfianza,
piensa que de un momento a otro mi verdadera mujer
puede dejarnos a todos en la miseria más espantosa.
Mis hijos han crecido ya, el tiempo ha transcurrido,
me siento profundamente agotado, déjame reposar un instante,
tráeme un poco de agua, mujer,
consígueme algo de comer en alguna parte,
estoy muerto de hambre,
no puedo trabajar más para ti,
todo ha terminado entre nosotros.


CAMBIOS DE NOMBRE
A los amantes de las bellas letras
hago llegar mis mejores deseos
voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
Mi posición es ésta:
El poeta no cumple su palabra
sino cambia los nombres de las cosas.
¿Con qué razón el sol
ha de seguir llamándose sol?
¡Pido que se le llame Micifuz
el de las botas de cuarenta leguas!

¿Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que desde hoy en adelante
los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
que los zapatos han cambiado de nombre:
Desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
todo poeta que se estime a sí mismo
debe tener su propio diccionario
y antes que se me olvide
al propio Dios hay que cambiarle nombre
que cada cual lo llame como quiera:
Ese es un problema personal.


LA MONTAÑA RUSA
Durante medio siglo
la poesía fue
el paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa.

Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por boca y narices.


LA POESÍA TERMINÓ CONMIGO
Yo no digo que ponga fin a nada
no me hago ilusiones al respecto
yo quería seguir poetizando
pero se terminó la inspiración.
La poesía se ha portado bien
yo me he portado horriblemente mal.

Qué gano con decir
yo me he portado bien
la poesía se ha portado mal
cuando saben que yo soy el culpable.
¡Está bien que me pase por imbécil!

La poesía se ha portado bien
yo me he portado horriblemente mal
la poesía terminó conmigo.


PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo
lleno de toda clase de problemas
con el ceño fruncido
como si fueras un hombre vulgar y corriente
no pienses más en nosotros.

Comprendemos que sufres
porque no puedes arreglar las cosas.
sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
desconstruyendo lo que tú construyes.

Él se ríe de ti
pero nosotros lloramos contigo:
No te preocupes de sus risas diabólicas.
Padre nuestro que estás donde estás
rodeado de ángeles desleales
sinceramente: no sufras más por nosotros
tienes que darte cuenta
de que los dioses no son infalibles
y que nosotros perdonamos todo.


TEST
Qué es un antipoeta:
¿Un comerciante en urnas y ataúdes?
¿Un sacerdote que no cree en nada?
¿Un general que duda de sí mismo?
¿Un vagabundo que se ríe de todo
¿Hasta de la vejez y de la muerte?
¿Un interlocutor de mal carácter?
¿Un bailarín al borde del abismo?
¿Un narciso que ama a todo el mundo?
¿Un bromista sangriento
deliberadamente miserable?
¿Un poeta que duerme en una silla?
¿Un alquimista de los tiempos modernos?
¿Un revolucionario de bolsillo?
¿Un pequeño burgués?
¿Un charlatán?
¿ un dios?
¿ un inocente?
¿Un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.

Qué es la antipoesía:
¿Un temporal en una taza de té?
¿Una mancha de nieve en una roca?
¿Un azafate lleno de excrementos humanos
como lo cree el padre Salvatierra?
¿Un espejo que dice la verdad?
¿Un bofetón al rostro
del Presidente de la Sociedad de Escritores?
(Dios lo tenga en su santo reino)
¿Una advertencia a los poetas jóvenes?
¿Un ataúd a chorro?
¿Un ataúd a fuerza centrífuga?
¿Un ataúd a gas de parafina?
¿Una capilla ardiente sin difunto?

Marque con una cruz
la definición que considere correcta.


MANIFIESTO
Señoras y señores
ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
la poesía fue un objeto de lujo
pero para nosotros
es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
-y esto lo digo con todo respeto-
nosotros sostenemos
que el poeta no es un alquimista
el poeta es un hombre como todos
un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
en el lenguaje de todos los días
no creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje.
nosotros denunciamos al poeta demiurgo
al poeta Barata
al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-y esto lo digo con mucho respeto-
deben ser procesados y juzgados
por construir castillos en el aire
por malgastar el espacio y el tiempo
redactando sonetos a la luna
por agrupar palabras al azar
a la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos
la poesía de gafas obscuras
la poesía de capa y espada
la poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
la poesía a ojo desnudo
la poesía a pecho descubierto
la poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
o no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político
ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
se retractaron y se dispersaron
al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
lo que sé es una cosa:
que no fueron poetas populares,
fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
se declararon de palabra y de hecho
contra la poesía dirigida
contra la poesía del presente
contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas
pero la poesía fue un desastre
surrealismo de segunda mano
decadentismo de tercera mano,
tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
poesía nasal y gutural
poesía arbitraria
poesía copiada de los libros
poesía basada
en la revolución de la palabra
en circunstancias de que debe fundarse
en la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
para media docena de elegidos:
“Libertad absoluta de expresión”.
Hoy nos hacemos cruces preguntando
para qué escribirían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
por una poesía del crepúsculo
por una poesía de la noche
nosotros propugnamos
la poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
los resplandores de la poesía
deben llegar a todos por igual
la poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros
nosotros condenamos
-y esto sí que lo digo con respeto-
la poesía de pequeño Dios
la poesía de vaca sagrada
la poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes
nosotros oponemos
la poesía de la tierra firme
cabeza fría, corazón caliente
somos tierrafirmistas decididos.
Contra la poesía de café
la poesía de la naturaleza
contra la poesía de salón
la poesía de la plaza pública
la poesía de protesta social.

Los poetas bajaron del Olimpo.


Y AHORA CON USTEDES
Y AHORA CON USTEDES
nuestro Señor Jesucristo en persona
que después de 1977 años de religioso silencio
ha accedido gentilmente
a concurrir a nuestro programa gigante de Semana Santa
para hacer las delicias de grandes y chicos
con sus ocurrencias sabias y oportunas
N. S.J. no necesita presentación
es conocido en el mundo entero
baste recordar su gloriosa muerte en la cruz
seguida de una resurrección no menos
 espectacular:
un aplauso para N. S. J.


QUE DIOS NOS LIBRE
Qué Dios nos libre de los comerciantes
sólo buscan el lucro personal

que nos libre de Romeo y Julieta
sólo buscan la dicha personal
líbrenos de poetas y prosistas
que sólo buscan fama personal

líbrenos de los Héroes de Iquique
líbrenos de los Padres de la Patria
no queremos estatuas personales

si todavía tiene poder el Señor
que nos libre de todos esos demonios
y que también nos libre de nosotros mismos
en cada uno de nosotros hay
una alimaña que nos chupa la médula
un comerciante ávido de lucro
un Romeo demente que sólo sueña con poseer a Julieta
un héroe teatral
en convivencia con su propia estatua

Dios nos libre de todos estos demonios
si todavía sigue siendo Dios


EL HOMBRE IMAGINARIO
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario


LA SONRISA DEL PAPA NOS PREOCUPA
Nadie tiene derecho a sonreír
en un mundo podrido como éste
salvo que tenga pacto con el Diablo
S.S. debiera llorar a mares
y mesarse los pelos que le quedan
ante las cámaras de televisión
en vez de sonreír a diestra y siniestra
como si en Chile no ocurriera nada
¡Sospechoso señoras y señores!
S.S. debiera condenar
al Dictador en vez de hacer la vista gorda
S.S. debiera preguntar
x sus ovejas desaparecidas
S.S. debiera pensar un poquito
fue para eso que los Cardenales
lo coronaron Rey de los Judíos
no para andar de farra con el lobo
que se ría de la Santa Madre si le parece
pero que no se burle de nosotros


CACHUREO
¿Decidme hijos hay Marx?
Sí padre:
 Marx hay
¿Cuántos Marxes hay?
Un solo Marx no +
¿Dónde está Marx?
En el culo *
 en la tierra
 y en todo lugar
¿Aleluya?
¡Aleluya!

• Dice culo
léase cielo

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

El material fue recuperado de las siguientes páginas web:
https://www.poemas-del-alma.com/nicanor-parra.htm
https://www.mundonuevo.cl/somos-de-la-tierra-la-ecopoesia-de-nicanor-parra/
http://amediavoz.com/parra.htm

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