LOS POETAS QUE LEÍ
POESÍA VANGUARDISTA LATINOAMERICANA
Por Joel Lenner Castañeda Dueñas
JORGE LUIS BORGES
Nombre completo
|
Jorge Francisco Isidoro Luís Borges y Acevedo
|
Nacionalidad
|
Argentino
|
Lugar y fecha de Nacimiento
|
Buenos Aires (Argentina), 24 de agosto de 1899
|
Lugar y fecha de defunción
|
Ginebra (Suiza), 14 de junio de 1986
|
Obra cumbre
|
Ficciones (Relatos, 1944)
El Aleph (Relatos, 1949)
|
Obras importantes
|
Fervor de Buenos Aires (Poesía, 1925)
Luna de enfrente (Poesía, 1925)
Cuadernos San Martín (Poesía, 1929)
Historia universal de la infamia (Cuentos, 1935)
La cifra (Poesía, 1981)
Los conjurados (Poesía, 1985)
Artificios (Relatos, 1944)
El hacedor (Relatos, 1960)
El otro, el mismo (Poesía, 1964)
|
Movimiento Literario
|
Vanguardismo – Surrealismo, ultraísmo
|
Datos biográficos
|
* Adolescente partió junto a su
padre a Suiza a tratar la enfermedad que padecía su padre, pero estalló la I
Guerra mundial, por lo que decidieron establecerse en Ginebra, capital de
Suiza.
* Ciego desde los 55 años
enfermó y padeció hasta su muerte.
|
Importancia
|
* En 1929 obtuvo el Premio
Municipal de poesía.
* En 1955 se le concede el
Premio Nacional de Literatura.
* En 1961 comparte con el
irlandés Samuel Beckett el Premio Formentor
* En 1980 comparte con Gerardo
Diego, el Premio Cervantes de Literatura.
|
AUSENCIA
Habré de
levantar la vasta vida
que aún ahora es
tu espejo:
cada mañana
habré de reconstruirla.
Desde que te
alejaste,
cuántos lugares
se han tornado vanos
y sin sentido,
iguales
a luces en el
día.
Tardes que
fueron nicho de tu imagen,
músicas en que
siempre me aguardabas,
palabras de
aquel tiempo,
yo tendré que
quebrarlas con mis manos.
¿En qué
hondonada esconderé mi alma
para que no vea
tu ausencia
que como un sol
terrible, sin ocaso,
brilla
definitiva y despiadada?
Tu ausencia me
rodea
como la cuerda a
la garganta,
el mar al que se
hunde.
DESPEDIDA
Entre mi amor y
yo han de levantarse
trescientas
noches como trescientas paredes
y el mar será
una magia entre nosotros.
No habrá sino
recuerdos.
Oh tardes
merecidas por la pena,
noches
esperanzadas de mirarte,
campos de mi
camino, firmamento
que estoy viendo
y perdiendo...
Definitiva como
un mármol
entristecerá tu
ausencia otras tardes.
EL CÓMPLICE
Me crucifican y
yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la
copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo
debo ser la mentira.
Me incendian y
yo debo ser el infierno.
Debo alabar y
agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es
todas las cosas.
El peso preciso
del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar
lo que me hiere.
No importa mi
ventura o mi desventura.
Soy el poeta.
ARTE POÉTICA
Mirar el río hecho
de tiempo y agua
y recordar que
el tiempo es otro río,
saber que nos
perdemos como el río
y que los
rostros pasan como el agua.
Sentir que la
vigilia es otro sueño
que sueña no
soñar y que la muerte
que teme nuestra
carne es esa muerte
de cada noche,
que se llama sueño.
Ver en el día o
en el año un símbolo
de los días del
hombre y de sus años,
convertir el
ultraje de los años
en una música,
un rumor y un símbolo,
ver en la muerte
el sueño, en el ocaso
un triste oro,
tal es la poesía
que es inmortal
y pobre. La poesía
vuelve como la
aurora y el ocaso.
A veces en las
tardes una cara
nos mira desde
el fondo de un espejo;
el arte debe ser
como ese espejo
que nos revela
nuestra propia cara.
Cuentan que
Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al
divisar su Itaca
verde y humilde.
El arte es esa Itaca
de verde
eternidad, no de prodigios.
También es como
el río interminable
que pasa y queda
y es cristal de un mismo
Heráclito
inconstante, que es el mismo
y es otro, como
el río interminable.
INSTANTES
Si pudiera vivir
nuevamente mi vida,
en la próxima
trataría de cometer más errores.
No intentaría
ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto
de lo que he sido,
de hecho tomaría
muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos
higiénico.
Correría más
riesgos,
haría más
viajes,
contemplaría más
atardeceres,
subiría más
montañas, nadaría más ríos.
Iría a más
lugares adonde nunca he ido,
comería más
helados y menos habas,
tendría más
problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de
esas personas que vivió sensata
y prolíficamente
cada minuto de su vida;
claro que tuve
momentos de alegría.
Pero si pudiera
volver atrás trataría
de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo
saben, de eso está hecha la vida,
sólo de
momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de
esos que nunca
iban a ninguna
parte sin un termómetro,
una bolsa de
agua caliente,
un paraguas y un
paracaídas;
si pudiera
volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera
volver a vivir
comenzaría a
andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría
descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más
vueltas en calesita,
contemplaría más
amaneceres,
y jugaría con
más niños,
si tuviera otra
vez vida por delante.
Pero ya ven,
tengo 85 años...
y sé que me
estoy muriendo.
DIME
(Atribuido a
Borges. Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras.
Nombre original:
Poema de un Recuerdo)
Dime por favor
donde no estás
en qué lugar
puedo no ser tu ausencia
dónde puedo
vivir sin recordarte,
y dónde
recordar, sin que me duela.
Dime por favor
en que vacío,
no está tu
sombra llenando los centros;
dónde mi soledad
es ella misma,
y no el sentir
que tú te encuentras lejos.
Dime por favor
por qué camino,
podré yo
caminar, sin ser tu huella;
dónde podré
correr no por buscarte,
y dónde
descanzar de mi tristeza.
Dime por favor
cuál es la noche,
que no tiene el
color de tu mirada;
cuál es el sol,
que tiene luz tan solo,
y no la
sensación de que me llamas.
Dime por favor
donde hay un mar,
que no susurre a
mis oídos tus palabras.
Dime por favor
en qué rincón,
nadie podrá ver
mi tristeza;
dime cuál es el
hueco de mi almohada,
que no tiene
apoyada tu cabeza.
Dime por favor
cuál es la noche,
en que vendrás,
para velar tu sueño;
que no puedo
vivir, porque te extraño;
y que no puedo
morir, porque te quiero.
EL REMORDIMIENTO
He cometido el
peor de los pecados
que un hombre
puede cometer. No he sido
feliz. Que los
glaciares del olvido
me arrastren y
me pierdan, despiadados.
Mis padres me
engendraron para el juego
arriesgado y
hermoso de la vida,
para la tierra,
el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No
fui feliz. Cumplida
no fue su joven
voluntad. Mi mente
se aplicó a las
simétricas porfías
del arte, que
entreteje naderías.
Me legaron
valor. No fui valiente.
No me abandona.
Siempre está a mi lado
La sombra de
haber sido un desdichado.
LOS BORGES
Nada o muy poco
sé de mis mayores
portugueses, los
Borges: vaga gente
que prosigue en
mi carne, oscuramente,
sus hábitos,
rigores y temores.
Tenues como si
nunca hubieran sido
y ajenos a los
trámites del arte,
indescifrablemente
forman parte
del tiempo, de
la tierra y del olvido.
Mejor así.
Cumplida la faena,
son Portugal,
son la famosa gente
que forzó las
murallas del Oriente
y se dio al mar
y al otro mar de arena.
Son el rey que
en el místico desierto
se perdió y el
que jura que no ha muerto.
LOS JUSTOS
Un hombre que
cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece
que en la tierra haya música.
El que descubre
con placer una etimología.
Dos empleados
que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que
premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que
compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un
hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia
a un animal dormido.
El que justifica
o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece
que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere
que los otros tengan razón.
Esas personas,
que se ignoran, están salvando el mundo.
LOS ENIGMAS
Yo que soy el
que ahora está cantando
Seré mañana el
misterioso, el muerto,
El morador de un
mágico y desierto
Orbe sin antes
ni después ni cuándo.
Así afirma la
mística. Me creo
Indigno del
Infierno o de la Gloria,
Pero nada
predigo. Nuestra historia
Cambia como las
formas de Proteo.
¿Qué errante
laberinto, qué blancura
Ciega de
resplandor será mi suerte,
Cuando me
entregue el fin de esta aventura
La curiosa
experiencia de la muerte?
Quiero beber su
cristalino Olvido,
Ser para
siempre; pero no haber sido.
SONETO DEL VINO
¿En qué reino,
en qué siglo, bajo qué silenciosa
Conjunción de
los astros, en qué secreto día
Que el mármol no
ha salvado, surgió la valerosa
Y singular idea
de inventar la alegría?
Con otoños de
oro la inventaron. El vino
Fluye rojo a lo
largo de las generaciones
Como el río del
tiempo y en el arduo camino
Nos prodiga su
música, su fuego y sus leones.
En la noche del
júbilo o en la jornada adversa
Exalta la
alegría o mitiga el espanto
Y el ditirambo
nuevo que este día le canto
Otrora lo
cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame
el arte de ver mi propia historia
Como si ésta ya
fuera ceniza en la memoria
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
https://confuciomag.com/china-jorge-luis-borges
http://www.poesi.as/Jorge_Luis_Borges.htm
https://www.poemas-del-alma.com/jorge-luis-borges.htm
http://amediavoz.com/borgesORO.htm
El poema de instantes no fue escrito por Borges, este articulo clarifica el asunto
ResponderBorrarhttps://www.diariolibre.com/revista/borges-no-es-autor-del-poema-instantes-1-IMDL6082