LOS POETAS QUE LEÍ
LA POESÍA PURA
Por Joel Lenner Castañeda Dueñas
JORGE EDUARDO EIELSON
Nombre completo
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Jorge Eduardo Eielson
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Nacionalidad
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Peruano
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Lugar y fecha de Nacimiento
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Lima (Perú), 13 de abril de
1924
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Lugar y fecha de defunción
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Milán (Italia), 8 de marzo de
2006
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Obra cumbre
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Noche oscura del cuerpo
(Poesía, 1959)
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Obras importantes
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Reinos (Poesía, 1945)
Maquillaje (Teatro, 1946)
Antígona (Poesía, 1945)
Primera muerte de María
(Poesía, 1949)
Habitación en Roma (Poesía1951)
Canción y muerte de Rolando
(Poesía, 1959)
Mutatis mutandis (Poesía, 1967)
El cuerpo de Giulia-no (Novela,
1971)
Pytx (Poesía, 1980)
Primera muerte de María
(Novela, 1988)
Sin título (Poesía, 2000)
Celebración (Poesía, 2001)
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Movimiento Literario
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Postvanguardismo – Poesía pura
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Datos biográficos
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* Eielson, tuvo una impronta a
nivel internacional un tanto tardía, pues sus primeros textos
poéticos apenas resonaron en el mundo limeño, debido a su reducido tiraje.
* En 1948, becado por el
gobierno francés, viaja a París, para luego, desde 1951, quedarse a radicar
definitivamente en Milán (Italia)
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Importancia
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* Premio Nacional de Literatura en 1945
* Premio Nacional de teatro en 1946
* La importancia de Eielson no sólo se prefigura dentro de las
fronteras hispanas, sino ha trascendido aún más allá; como ejemplo tenemos
labrado su poema Misterio en la fachada posterior del edificio de la calle
Noordeinde n° 6 en Leiden, Países Bajos.
* Considerado una de las voces más radicales y a la vez más puras de la
poesía hispanoamericana de este siglo.
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CUERPO DIVIDIDO
Si
la mitad de mi cuerpo sonríe
la
otra mitad se llena de tristeza
y
misteriosas escamas de pescado
suceden
a mis cabellos. sonrío y lloro
sin
saber si son mis brazos
o
mis piernas las que lloran o sonríen
sin
saber si es mi cabeza
mi
corazón o mi glande
el
que decide mi sonrisa
o
mi tristeza. azul como los peces
me
muevo en aguas turbias o brillantes
sin
preguntarme por qué
simplemente
sollozo
mientras
sonrío y sonrío
mientras
sollozo
CUERPO ENAMORADO
Miro
mi sexo con ternura
toco
la punta de mi cuerpo enamorado
y
no soy yo que veo sino el otro
el
mismo mono milenario
que
se refleja en el remanso y ríe
amo
el espejo en que contemplo
mi
espesa barba y mi tristeza
mis
pantalones grises y la lluvia
miro
mi sexo con ternura
mi
glande puro y mis testículos
repletos
de amargura
y
no soy yo que sufre sino el otro
el
mismo mono milenario
que
se refleja en el espejo y llora
PRIMERA MUERTE DE MARÍA
A
pesar de sus cabellos opacos, de su misteriosa delgadez,
de
su tristeza áurea y definitiva como la mía,
yo
adoraba a mi esposa,
alta
y silenciosa como una columna de humo.
María
vivía en un barrio pobre,
cubierto
de deslumbrantes y altísimos planetas,
atravesado
de silbidos, de extrañas pestilencias
y
de perros hambrientos.
Humedecido
por las lágrimas de María
todo
el barrio se hundía irremediablemente en un rocío tibio.
María
besaba los muros de las callejuelas
y
toda la ciudad temblaba de un violento amor a Dios.
María
era fea, su saliva sagrada.
Las
gentes esperaban ansiosas el día en que María,
provista
de dos alas blancas,
abandonase
la tierra sonriendo a los transeúntes.
Pero
los zapatos rotos de María, como dos clavos milenarios,
continuaban
fijos en el suelo.
Durante
la espera, la muchedumbre escupía la casa,
la
melancolía y la pobreza de María.
Hasta
que aparecí yo como un caballo sediento y me apoderé de sus senos.
La
virgen espantada derramó una botella de leche y un río de perlas sucedió a su
tristeza.
María
se convirtió en mi esposa.
Algún
tiempo más tarde, María caía a tierra envuelta en una llamarada.
Esposo
mío —me dijo— un hijo de tu cuerpo devora mi cuerpo.
Te
ruego, señor mío, devuélveme mi perfume, mi botella de leche, mi barrio
miserable.
Yo
le acerqué su botella de leche y le hice beber unos sorbos redentores.
Abrí
la ventana y le devolví su perfume adorado, su barrio polvoriento.
Casi
enseguida, una criatura de mirada purísima abrió sus ojos ante mí,
mientras
María cerraba los suyos
cegados
por un planeta de oro: la felicidad.
Yo
abracé a mi hijo y caí de rodillas ante el cuerpo santo
de
mi esposa: apenas quedaba de él un hato de cabellos negros,
una
mano fría sobre la cabeza caliente de mi hijo.
¡María,
María —grité— nada de esto es verdad, regresa a
tu
barrio oscuro, a tu melancolía, vuelve a tus callejuelas
estrechas,
amor mío, a tu misterioso llanto de todos los días!
Pero
María no respondía.
La
botella de leche yacía solitaria en una esquina,
como
en un cono de luz divina.
En
la oscuridad circundante, toda la ciudad me reclamaba a mi hijo,
repentinamente
henchida de amor a María.
Yo
lo confié al abrigo y la protección de algunos bueyes,
cuyo
aliento cálido me recordaba el cuerpo tibio y la impenetrable pureza de María.
CEREMONIA SOLITARIA EN COMPAÑÍA DE MI MISMO
Si
entre esferas me acuesto
si
entre esferas me despierto
es
porque tu sexo
es
porque mi sexo
se
parece tanto al mío
se
parece tanto al tuyo
que
no conozco nada
que
no conozco nada
más
oscuro ni más tibio
más
oscuro ni más tibio
más
redondo ni más puro
más
redondo ni más puro
un
obelisco de dulzura
un
abismo de ternura
un
animal escamoso en la mañana
otro
suavísimo en la noche
un
corazón en cambio
un
corazón
significa
sólo fuego
significa
sólo fuego
una
pared de ceniza
entre
tu cuerpo y el mío
un
fragmento de mejilla
la
redondez de tu ombligo
una
calavera que me espera
una
calavera que te espera
y
yo que te pienso diverso
yo
que te pienso diverso
cada
día me parezco más a ti
cada
día me parezco más a ti
que
no te pareces a mí.
CEREMONIA SOLITARIA BAJO LA LUZ DE LA LUNA
La
masturbación es un caballo blanco
galopando
entre el jardín
y
el baño de mi casa
la
masturbación se aprende
mirando
y mirando la luna
abriendo
y cerrando puertas
sin
darse cuenta que la entrada y la salida
nunca
han existido
jugando
con la desesperación
y
el terciopelo negro
mordiendo
y arañando el firmamento
levantando
torres de palabras
o
dirigiendo el pequeño pene oscuro
posiblemente
hacia el alba
o
hacia una esfera de mármol tibio y mojado
o
en el peor de los casos
hacia
una hoja de papel como ésta
pero
escribiendo tan sólo la palabra
luna
en
una esquina
pero
sobre todo
haciendo
espuma de la noche a la mañana
incluidos
sábado y domingo.
CEREMONIA SOLITARIA EN COMPAÑÍA DE TU CUERPO
Penetro
tu cuerpo tu cuerpo
de
carne penetro me hundo
entre
tu lengua y tu mirada pura
primero
con mis ojos
con
mi corazón con mis labios
luego
con mi soledad
con
mis huesos con mi glande
entro
y salgo de tu cuerpo
como
si fuera un espejo
atravieso
pelos y quejidos
no
sé cuál es tu piel y cuál la mía
cuál
mi esqueleto y cuál el tuyo
tu
sangre brilla en mis arterias
semejante
a un lucero
mis
brazos y tus brazos son los brazos
de
una estrella que se multiplica
y
que nos llena de ternura
somos
un animal que se enamora
mitad
ceniza mitad latido
un
puñado de tierra que respira
de
incandescentes materias
que
jadean y que gozan
y
que jamás reposan
POEMA EN FORMA DE PÁJARO
azul
brillante
el
Ojo el
pico
anaranjado
el
cuello
el
cuello
el
cuello
el
cuello
el
cuello
el
cuello
el
cuello
el
cuello herido
pájaro
de papel y tinta que no vuela
que
no se mueve que no canta que no respira
animal
hecho de versos amarillos
de
silencioso plumaje impreso
tal
vez un soplo desbarata
la
misteriosa palabra que sujeta
sus
dos patas
patas
patas
patas
patas
patas
patas
patas
patas a mi mesa
GENITALES BAJO EL VINO
Óyeme
tierra, así, escribiendo así,
En
la espesura de pámpanos dormido:
Mi
pecho frío junto a mis intestinos
Se
ha cuajado. Mis dedos alhajados
Buscan
el Árbol de la Noche, clavan
Sus
uñas de imprenta en los racimos
De
la Vida y de la Muerte. Óyeme tierra
De
grandes frutos áureos y serpientes,
Luciérnaga
entre muros de papiro,
Negro
universo del quinqué y el sexo,
Justicia
del gusano, mal Paraíso.
Mírame
tierra, así escribiendo, así
Desnudo,
Adán poeta, quieto y triste,
En
esqueleto, sierpe y uva convertido.
DOBLE DIAMANTE
¿Conoces
tu cuerpo esfera de la noche
esfera
de la noche
Huracán
solar conoces tu cuerpo
Conoces
tu cuerpo conoces
Tu
admirable cabeza tus piernas moviendo
El
centro miserable
De
mis ojos de oro
Mis
ojos de oro de mirarte
De
oro de soñarte
De
llorarte?
¿Conoces
tu cuerpo
Fuerza
de los años
Calor
de los planetas?
¡Ah
criatura! Tu desnudez me ahoga
Tus
zapatos me queman
Días
imantados son mis noches
Vacío colmo encontrado asilo frío. Contigo
Los
astros me aburren
Las
especies lloran
Muero me levanto clamo
vuelvo a morir
Clamando
grito entre ramas orino y fumo caigo
Como
un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo
Sólo
silencio placa de horrores sedimentos
Cascada
inmóvil piedra cerrada
Abismos
de oro nos persiguen
Rabiosos
amigos
A
través de rayos cantos blasfemias
Soles
y serpientes mundos de vidrio
Pomos
perdidos
Amaneceres
con lluvia lluvia de sangre
Temperatura
y tristeza.
¡Ah
misteriosa! Odio tu cabeza pura
Imbécil
terciopelo tigre de las alturas
Odio
el círculo salado
En
que te pienso oculta
Odio
el peso de los días
Los
pulpos que me beben gota a gota
Bebiéndote
a la vez ¡somos rocío!
Los
pulpos luminosos que gobiernas
Los
cedros empapados por tu aliento
Los
siglos de hermosura en que agonizo
La
luna y mis deseos de matar
La
imagen de tus labios frescos los ríos
y los montes
Los
pasos encantados de mi mano
En
tu garganta.
¡Ah
mis 30 000 flores vivas
Suave
ejército vespertino batallón perfumado!
Rotación
de mi cuerpo
Hazme
volver a mi cuerpo
Destrúyeme
los ojos en el acto
Las
uñas y los dientes sobre el fruto
Conviérteme
en silencio.
Deja
rodar mis lágrimas en cambio
Sobre
el espejo que adoro
Sobre
la viva atroz remota
clara
Desnudez
que me disuelve
Sobre
el diamante igual que me aniquila
sobre
tantísimo cielo y tanta perfección enemiga
Sobre
tanta inútil hermosura
Tanto
fuego planetario
Tanto
deseo mío.
VIA DELLA CROCE
Frecuentemente
cuando
estoy sentado
en
una silla
y
estoy solo
y
no he dormido
ni
comido ni bebido
ni
amado
tengo
la impresión
de
caer en un abismo
amarrado
a mis vestidos
y
a mi silla
y
de irme muriendo suavemente
acariciando
mil vestidos
y
mi silla
tengo
la impresión
de
caer en un abismo
y
de improviso asistir
a
una remota fiesta
en
el fondo de una estrella
y
de bailar en ella
tiernamente
con
mi silla
FORO ROMANO
todas
las mañanas cuando me despierto
el
sol arde fijo en el cielo
el
café con leche humea en la cocina
yo
le pregunto a quien me acompaña
¿cuántas
horas he dormido?
pero
nadie me responde
abro
los ojos y los brazos buscando un apoyo
toco
mi mesa de madera y la noche cae con violencia
un
relámpago apaga la luz del sol
como
la luz de una vela
vuelvo
a preguntar
¿el
café con leche de hace siglos humea aún en el polvo?
pero
nadie me responde
en
la oscuridad me levanto y lo bebo
pero
compruebo que la leche está helada
y
el café encendido yace como el petróleo
a
varios kilómetros bajo tierra:
una
silenciosa columna se desploma entre mis brazos
convertida
en cenizas
bruscamente
el sol vuelve a elevarse
y
a declinar rápidamente
en
una tempestad de hojas y pájaros rojizos
dentro
de mi habitación el crepúsculo brilla un instante
con
sus cuatro sillas de oro en las esquinas
trato
de recordar mi infancia con las manos
dibujo
árboles y pájaros en el aire como un idiota
silbo
canciones de hace mil años
pero
otra columna de cenizas se desploma entre mis brazos
y
mis manos caen cubiertas de repentinas arrugas
claramente
ahora el agua del lavabo
me
recuerda mis primeros baños en el río
vagos
rumores desnudez perfumes viento
cerdos
empapados bajo la sombra de los naranjos
¿mi
memoria es quizás tan inmortal como tu cuerpo
cuando
te desnudas ante mí
tú
que no eres sino un pedazo de mármol
montaña
de polvo
columna
reloj
de ceniza
hueso
sobre hueso que el tiempo avienta en mis ojos?
¿no
recuerdo acaso las últimas horas de la noche
cuando
te besaba enfurecido sobre mi catre de hierro
como
si besara un cadáver?
yo
le pregunto a quien me acompaña
amor
mío velocísimo
¿cuánto
tiempo ha pasado desde entonces
cuántas
horas
cuántos
siglos he dormido sin contemplarte?
pero
nadie me responde
CUERPO DE TIERRA
Todo
lo que veo sobre la tierra
Me
convence que jamás seré un hombre
Ni
una mujer ni una hormiga
Y
ni siquiera una persona educada
No
me corto el pelo ni la barba
Sino
cuando el cielo me lo pide
El
cocodrilo es mi hermano querido
Las
cucarachas mi única familia
Comparto
con la yerba y con el sapo
El
amor a la lluvia con la araña el
arte
De
levantar castillos de saliva
Así
avanzo avanzo todavía
Generalmente
en cuatro patas
Encima
de dos zapatos
O
debajo de un sombrero
NO ME ES POSIBLE ESCRIBIR
Sin
recordar
Por
lo menos tu nariz padre
César
No
me es posible enterrar tu perfil
En
una rima y nada más. El fulgor
Que
pone en marcha mi esqueleto
Y
tiñe mi sangre de rojo
No
viene de las estrellas
Sino
de ti padre César
Tú
que ayunabas noche y día
En
este mundo pero te nutrías
Del
universo ¿cómo hiciste
Para
convertir tu sollozo
En
pan de todos tu
desesperación
En
agua pura?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
http://caretas.pe/culturales/78065-nudo_y_desnudo
http://www.vallejoandcompany.com/13-nudos-en-la-espuma-poemas-de-jorge-eduardo-eielson/
http://amediavoz.com/eielson.htm
https://www.poemas-del-alma.com/jorge-eduardo-eielson.htm
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